domingo, 21 de octubre de 2012

Aplicación de las nuevas tecnologías en el bebé


Percepción del choque de objetos

En este experimento se estudia, si los bebés son capaces de percibir el posible choque de un objeto contra su cara, para que el bebé no sufra daños, se utiliza simulación virtual. Con ello se descubre que a partir de los dos meses, el bebé reacciona ante la amenaza del objeto parpadeando y apartando la cabeza y que con tres meses ya son capaces de discriminar, si se les acerca rápido, despacio, si va directo a la cara o se va a desviar…

Bower, Broughton y Moore (1970), Kelleman y Banks (1998)
   
Inspección visual de objetos

Con este experimento, se intenta averiguar cómo los bebés son capaces de percibir los objetos, de distinguirlos y a partir de cuando. Para ello, con una técnica de reflexión córnea (con luz infrarroja), se podía observar qué partes de un triángulo o de una cara inspeccionaban los bebés con sus ojos. El resultado fue que cuando tenemos apenas un día de vida, miramos y nos fijamos en los contornos de las figuras en lo que sobresale y que posteriormente, a medida que vamos creciendo, se va inspeccionando cada vez más el interior de las figuras.


Scarr, Salapateck, Kessen (1966), Milewski (1976, 1978) Ganon y Swartz (1980)

Percepción del abismo visual

Para comprobar si los bebés detectan la profundidad, se ponía a un niño sobre una mesa de cristal, por debajo de la misma se podía ver un suelo con cuadrados blancos y negros pegado al crista y más adelante, ese suelo estaba en el de verdad y por tanto separado del cristal simulando el desnivel. Al otro lado del “abismo” se situaba a la madre llamando al niño para que fuera hacia ella, a través de técnicas como el electrocardiograma, se podía atribuir al bebé si tenía miedo (alta tasa cardíaca) o simplemente estaba observando, prestando atención y explorando (baja tasa cardíaca) cuando en vez de pasar se quedaba en el borde del abismo.

De dicho estudio, se sacó la conclusión de que la capacidad discriminatoria de la profundidad se adquiere antes incluso que el miedo al “abismo”.


Gibson y Walk (1960)

Percepción auditiva y visual

Se trató de investigar si los bebés eran capaces de detectar la descoordinación entre una imagen y su sonido. Para ello, se le presentó al bebe un vídeo doblado, y la voz a parte. Una de las imágenes iba coordinada con el video y la otra descoordinada. Se descubrió que los bebés de cuatro meses, atendían más al vídeo coordinado.

También se presentaron dos vídeos, en los que una persona repetía una vocal distinta, y el sonido solo correspondía a uno de ellos. Los resultados fueron que a los cuatro meses, se miraba más al vídeo que correspondía con el sonido de la vocal.

Kuhl y Meltzoff (1982)

Fuente:

El desarrollo de la percepción (Iliana Enesco y Silvia Gerrero)

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